Llegue como
esas almas moribundas, vomitando el asco de una vida extenuante, sintiendo el
frio en mi espalda como la espada hiriente, con el sabor del sarro en mi
boca, por las bebidas experiencias, con la existencia marcada, con el grito
desesperado queriendo salir y desgarrar todo aquello y estrellarlo en un
maldito muro de olvidos. Pero no ha sido así aun me persigue el ruido
ensordecedor de los eslabones viejos y sucios, aun escucho cada paso, puedo
percibir el eco de las voces que un día quise callar, aquellas que vociferaban
maldiciones y burlas ante la inocencia ya casi perdida, olvidada, tirada por ahí,
aquella inocencia que se volvió defensa ante cada mirada, ante cada
palabra, ante cada figura.
Y llegue
sintiendo como el odio carcomía mi carne, como devoraba a su paso los últimos
buenos pensamientos que aun reposaban en algún lugar de mi interior....Llegue
anhelando entrar en parsimonia mental para frisar y convertir en un gigante
iceberg todo aquello que me hacia temblar de rabia y odio.
Llegue
ilusionando rescatar algo de lo que aún quedaba en mí, queriendo rescatar a la
niña perdida en un jardín encantado, a la que soñaba que besaba sapos para
convertirlos en príncipes, a la niña que un día sin fecha ni hora dejo de ser
niña..
Mona©
Es dificil romper ciertas ataduras,
ReplyDeletequebrar una vida de repeticiones, y por cosas de la vida seguimos eligiendo testarudamente el mismo camino.
Saludos!!!
Si es verdad, pero como se dice popularmente y lo tengo comprobado, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Con el pasar del tiempo que es tan implacable con nosotros tenemos que hacer elecciones, algunas las hacemos en el atardecer de nuestro existir, no es tan malo, pero si queda a destiempo, y lo que hacemos a tiempo es lo que logramos salvar, Nunca es tarde, no te rindas.Recuerda que somos nuestros propios verdugos.
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